Ponencia de Pilar Ramos, Presidenta de AMADE
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Ponencia de Pilar Ramos, Presidenta de AMADE

Pilar Ramos, presidenta de AMADE (Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia), ha hablado sobre el concepto de envejecimiento y ha aportado claves de por qué el virus ha entrado de esa forma tan fuerte en las residencias. Además, hace un análisis sobre la coordinación que debe existir entre el sistema sanitario y el social.

Este es  un extracto de su ponencia:

"Creo que hay algo fundamental y es que tenemos un problema de base, se nos ha olvidado el concepto de envejecimiento. Se nos ha olvidado qué es la persona mayor, hemos perdido el valor que tiene el paso de los años en nuestra cultura. Estamos formando a las nuevas generaciones en lo inmediato, en lo joven, en lo pronto.

Esto es un gran error a nivel de sociedad. Nosotros desde la asociación trabajamos en la formación, en la competencia. Cuando vamos a hablar con los chavales a los institutos para que se formen en el área de dependencia, te dicen que eso no mola, en su manera de hablar. No está reconocido socialmente el cuidado, como mucho a niños y la discapacidad, pero no el cuidado de mayores.

Esto irá marcando cuál es el sentir que tenemos para las próximas generaciones. ¿Qué apuesta tenemos por mejorar la atención a la dependencia? ¿Por qué los planes de formación no se están fomentado? ¿Por qué a nivel de las escuelas de enfermería no se está dando ninguna importancia al cuidado del mayor? Tenemos enfermería geriátrica para los hospitales, pero a los médicos no se les forma, salvo que hagan geriatría.

¿Qué ha pasado cuando ha llegado la pandemia? Cuando han venido los médicos a las residencias, han descubierto el trabajo que se estaba haciendo en las residencias y con qué recursos estamos en las residencias.

La primera reunión que tuvimos en Madrid antes del estado de alarma, el Director General de Coordinación nos dijo que esto era un estado de guerra y que los mayores tendrían una atención de guerra. Los más jóvenes serán los primeros. Ya estamos haciendo una discriminación totalmente asumida por todo el mundo.

Los médicos han empezado a reconocer la necesidad que tenemos de trabajar en colaboración. Las residencias no son un centro sanitario.

Cuando ha llegado una pandemia, se ha puesto de manifiesto la capacidad de cuidado que tienen todos los trabajadores. Se olvidaron de nosotros, de que necesitábamos epis, de que no somos sanitarios y no sabíamos manejar los epis.

¿Esto ha sido una negligencia? Tampoco me atrevo a decirlo. Hemos puesto mucho interés por todas las partes.  Yo creo que todo el mundo ha intentado poner lo mejor de sí, no podemos echar culpa, pero una responsabilidad que tenemos como sociedad es reflexionar sobre lo que ha pasado. Han muerto muchos mayores, es verdad que el público objetivo eran las personas vulnerables.

¿Dónde estaba el público objetivo del virus? En las residencias, por el nivel de vulnerabilidad de las personas.  Ahí es donde el virus encontró su campo de minas y se nos olvidó que teníamos núcleos de población que vivían juntos, que son las residencias de mayores. Cuando las residencias dijimos mucho antes de que llegara la pandemia, cuando estábamos viendo a China, que teníamos que a lo mejor limitar la entrada de los familiares, se nos llegó a decir que estábamos vulnerando una libertad. Y es verdad, desde el lado del usuario y del familiar, a lo mejor si estábamos vulnerando un derecho.

Pero al no rescindir, el virus entró. Tenemos claro que en diciembre y en febrero ya había centros contaminados. Lo único que podíamos hacer era evitar que entrara.

Cuando hablamos del modelo, en los centros donde el familiar entra por todos los sitios, sin horarios, donde hay incluso unidades de convivencia, se lo dejamos muy fácil al virus. El propio modelo de apertura, de participación, de salir al entorno social, también ha favorecido que en este momento el virus haya entrado.

El propio modelo de apertura por que el estamos trabajando y luchando es lo que ha favorecido que el virus entrara. Cuanta más gente entra en un centro más probabilidades hay. Hay que separar el modelo que queremos de lo que ha pasado con el virus.

Hay muchas cosas que mejorar, nos hemos encontrado con falta de capacitaciones a veces. Tenemos que reivindicar el espacio que tienen las residencias de mayores dentro del organigrama sanitario. Una persona por entrar en una residencia no puede perder los derechos que ha adquirido durante los años que ha estado trabajando. Ha decidido vivir en otro sitio, pero no se puede permitir que pierda el derecho a la sanidad pública. Y esto está pasando en las residencias, cuando una persona entra en una residencia, el sistema público ya no entra en la residencia. El médico ni siquiera puede recetar, solo hacer un control y un seguimiento de casos puntuales que pueda haber.

¿Por qué no trabajamos en coordinación entre el sistema sanitario y social? Una persona debe poder hacer uso del sistema público de salud. Defender cada consejería o ministerio su presupuesto ha llevado a que en este momento haya pasado de laguna manera lo que ha pasado.

Las residencias no tenemos la historia clínica de los residentes. Tenemos la historia que cuando una persona ingresa se va haciendo y elaborando. ¿Por qué no compartimos la historia clínica y la historia social de una persona? Irá en paralelo en todo el proceso.

Si alguien piensa que atender a una persona por 700€ al mes donde tenga 5 comidas al día, médico, enfermería, trabajador social, terapeuta, le lavan la ropa, cuente con unos servicios, tenga un nivel de limpieza, es imposible.

Lo público no es gratis. Una residencia pública es 4 veces más cara que una privada. No nos quedemos en lo público y lo privado. Cuesta a los ciudadanos. Tenemos que tener plazas públicas. Hay que tener cuidado con el nivel de ratios, cuando hablamos de que hay que aumentar las ratios, significa más trabajadores contratados, por lo tanto, el coste de las plazas también aumenta.

Tenemos que trabajar con un modelo sostenible para todos, donde todos podamos estar en una residencia cuando lo necesitemos, concertada, pública o privada.

Reconoceré siempre a los sanitarios, pero también hay que reconocer a todas esas mujeres que dejaron su casa en muchos casos y que enfermaron para cuidar a los mayores."

Puedes ver la ponencia completa aquí:

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